Mi enfoque como dietista integrativa se basa en sanar desde la raíz, no en poner parches. Los síntomas son mensajes que el cuerpo nos envía cuando algo no está funcionando como debería.
Entiendo la salud desde una mirada holística, donde todo está conectado: la alimentación, las emociones, el descanso, la mente, las relaciones y el entorno que nos rodea. La salud se pierde cuando dividimos el cuerpo en partes; lo hemos de escuchar en su totalidad.
No solo mejorarás tus síntomas, sino que entenderás el porqué de lo que te ocurre, recuperarás tu energía vital y aprenderás a cuidarte con consciencia, coherencia y continuidad.
SIBO · Alergias e intolerancias · Helicobacter pylori · Cuidado de mucosas · Microbiota
Síndrome premenstrual · Menopausia · Desequilibrios hormonales
Colesterol · Hipertensión arterial · Obesidad · Resistencia a la insulina
Reconecta con tus señales internas, disfruta de la comida y crea hábitos que perduren
En la primera visita realizo una valoración completa: hábitos alimentarios, digestión, estilo de vida, estado emocional y antecedentes de salud. El objetivo es entender el origen del desequilibrio, no solo los síntomas, para diseñar un plan personalizado que acompañe tu proceso de manera realista y sostenible.
El plan incluye una propuesta nutricional adaptada a tus necesidades, pautas prácticas, consejos sobre suplementación (si es necesaria) y recursos para mejorar la relación con la comida y el bienestar general. Todo con un enfoque flexible, humano y sin dietas restrictivas.
La primera consulta dura aproximadamente 60 minutos, y las de seguimiento unos 30-40 minutos, según tus necesidades y evolución.
Depende de cada caso, pero normalmente se recomienda hacer un seguimiento cada 3-4 semanas, para valorar avances, resolver dudas y ajustar el plan.
Por supuesto. Muchas personas vienen para prevenir desequilibrios, aprender a comer mejor o ganar energía y bienestar en su día a día. La nutrición integrativa no solo trata, también previene y fortalece.